jueves, 3 de julio de 2014

Dibujos de Gladiadores: Murmillo III

El proceso de diseño y revisión del más pequeño de los elementos o la más modesta de las reglas de Gladiatoris nos ha tenido a Luis y a mí, a menudo, enfrascados en discusiones interminables. Este año se ha sumado al proyecto, Alfonso Mañas, especialista en gladiadores, del que ya hemos mostrado algunos de los bocetos que ha dibujado para inspirar y documentar las nuevas miniaturas.
En cuanto recibimos el primer dibujo 3D del murmillo, se lo enviamos a Alfonso para que nos diera su opinión crítica. A pesar de que tanto Peká Editorial como nosotros estábamos encantados con el dibujo, había que buscar todos los defectos. Esa misma tarde nos enviaba su respuesta, junto con varias fotos de referencia e incluso ilustrativos retoques de las fotos.

Alfonso: "Hola David. La figura me gusta en general. (...) Señalo todos los fallos de rigor histórico que hallo.
- El fallo más grave es la ocrea, que es alta (como la de un thraex). Debe reducirse (debe llegar sólo hasta la mitad de la tibia)."
La explicación estaba en el murmillo dibujado por Egoitz Pinto, que sirvió de inspiración para el escultor Guillermo Benito. En el boceto/collage que nos había enviado Alfonso en abril (la lápida de Aquileia es la figura 19 de su libro Gladiadores, el gran espectáculo de Roma) se puede apreciar este detalle:
"Los demás errores son leves, a saber:
- El yelmo tiene una forma vaga, debe fijarse en un yelmo de murmillo de verdad (foto)." 
"Sobre el pez en el yelmo, ya te dije que a día de hoy no se ha hallado ningún yelmo de murmillo (ni de otro tipo gladiatorio) que lleve un pez. Todos los yelmos hallados tienen una gran cresta (que en realidad suponemos que representaba la aleta dorsal de un pez, y ahí residía el guiño al nombre de murmillo)."
Y es que yo estaba empeñado en el dichoso pez (la opción de las plumas, como el penacho que se aprecia en la lápida, nos la reservaremos para otros gladiadores). Recientemente, había modificado la miniatura del prototipo, de Crusader Miniatures, para añadirle un pececillo al yelmo. Pero, como el mismo Alfonso reconocía, nos quedaba una opción:
"Sin embargo, como te dije también, hay fuentes que literalmente dicen que había un "piscis" en el yelmo (...) y hay, por tanto, que aceptar que debía de haber yelmos de murmillo con un pez, aunque la arqueología no haya hallado ninguno."
¡Perfecto! A menudo, en los largometrajes y series históricas trabajamos con los mismos márgenes, para rellenar huecos y recovecos (Luis y yo nos ganamos la vida, por ahora, construyendo decorados, a la espera de vender millones de gladiadores, je je). La decoración con este "piscis" es, por lo tanto, plausible. Eso sí, no podrá sustituir a la cresta:
"Si alguna vez pusieron un pez sobre el yelmo del murmillo creo que lo habrían hecho encima de la cresta, pues eso sí es una constante: los yelmos de los murmillones siempre llevan cresta."
Para terminar, hablamos también de aumentar un poco de tamaño el ala que hace de visera, como en la foto de referencia.
"- Otro error leve es la forma en que han diseñado el subligaculum. Puede aceptarse, pero no es la más convencional." El subligaculum es el paño que cubre el vientre y la cintura, y que va sujeto con el cinturón (balteus). Alfonso nos envió el dibujo de la figura 142 de su libro, que es la mejor ilustración que he visto al respecto. 
David: "En cuanto al subligaculum, no me parece tan importante por ahora, ya que habrá que hacer un montón de ellos (lo llevan 9 de los 12 gladiadores, es decir, todos menos los naranjas); se podrían pensar también tres estilos diferentes, para cada uno de los tres equipos rojo, verde y azul (los Acróbatas naranjas llevan túnicas o vendas)."
"- La mano del escudo no lo agarra por el medio del escudo, donde está el umbo y por tanto también el agarre del escudo. (...) El umbo es algo pequeño, las representaciones lo muestran más grande (hay que tener presente que era el punto con el que golpear y machacar al contrario, por lo que era contundente en tamaño." Estamos de acuerdo: 
"...Además, añadiría otro detalle: colocar dos bandas metálicas de refuerzo en el escudo, en cruz, para que se parezca un poco más al logo que diseñó Luis."
En los días siguientes, seguimos dando vueltas a la miniatura y lanzamos la liebre sobre la espada:
David: "A Luis se le queda la espada muy pequeña, aunque yo no la veo mal (así no se confundirá con la spatha del Provocator)."
Alfonso: "Yo de longitud lo veo bien (el gladius tipo Pompeii tenía una hoja de sólo c. 45 cm de largo). Lo que no me convencía era la forma de la hoja: en el diseño el borde de la hoja es recto y uniforme, mientras que el borde de la hoja de un gladius Pompeii es ancho en la base, se estrecha un poco luego y vuelve a hacerse ancho en el tercer cuarto, estrechándose luego hasta la punta. (...) Tampoco la guarda del gladius es rigurosa: (...) la guarda de un gladius apenas era más ancha que la hoja."
"En cambio, sí me parece extraña la postura del golpe, ya que tenía entendido que la espada gladius romana funcionaba principalmente como arma punzante, no cortadora, y aquí la levanta como si fuera un sable; pero eso le da más movimiento al cuerpo."
"Puestos a detalle, tienes razón en la forma de dar el golpe. Como bien dices, el gladius era un arma de apuñalamiento, y las fuentes dejan bien claro que se atacaba de punta, dando estocadas."
Gladius a la venta en La Espada Artesana, la tienda de nuestro amigo José Moreno,
autor de las espadas de Toledo, Águila Roja y Teresa
David: "Aquí estamos tratando aspectos que, si bien no son ni mucho menos necesarios, se descuidan en muchas miniaturas de gladiadores (tengo alrededor de un centenar en mis maletines). Está claro que los gladiadores inventados son estupendos: véase Espartaco, Gladiator, la serie Spartacus y, en general, todas las pelis de gladiadores (hasta la última de Pompeya no tiene desperdicio). Pero se puede jugar igual de bien con los arquetipos históricos. Se trata, como ya he dicho, de un valor añadido para los jugadores serios y los aficionados a la historia. Además, el proceso de modificación es, en sí mismo, muy interesante: fue lo que más me gustó de la campaña de Huida de Silver City, incluidas las entradas de "busca las diferencias" (foto inferior)."
La respuesta de Guillermo, el escultor, fue también muy larga y detallada, aceptando todos los cambios pero explicando la dificultad del giro del brazo una vez modelado, cuando hubiera sido sencillo sabiéndolo desde el principio: en las siguientes miniaturas, trabajaremos previamente sobre bocetos. La conclusión final de Guillermo Benito nos encantó:
Guillermo: "...Resumiendo: no tengáis miedo a pedir detalles, de eso nos encargamos nosotros. Habrá algunos que podrán salir, y otros que serán más difíciles de representar por el propio tamaño de la miniatura, pero que eso no os impida pedir."

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Hilo siguiente: Murmillo IV, Murmillo V, Murmillo VI.
¡Resultado final!: Murmillo en la web de EscenaRYS

¡Iugula!

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